Una simple boda no tiene más repercusión que la que sus propios protagonistas e invitados quieran darle, a no ser que quienes se casen sean de sangre azul. En este caso la cosa cambia. Conlleva alcance mediático a nivel mundial, entre otros efectos inmediatos como que ciertas prendas y complementos vistos en la boda se agoten días después en las tiendas, además del consabido plagio del vestido de novia en multitud de talleres de costura minúsculos y no tan minúsculos que se dejan inspirar. A todo ello se une algo especialmente importante y es la influencia que ejerce en las tendencias.
Este año hemos tenido una de esas bodas y si, más o menos, estás informada de lo que ocurre en el mundo, sabrás que me refiero a la del Príncipe Harry y la actriz Megan Markle, actuales Duques de Sussex que se dieron el ‘Yes, I do’ el pasado 14 de mayo. Una boda de esas de cuentos de hadas que tanto nos gustan a las románticas.
Pues bien, este evento social ha supuesto que las tendencias en moda nupcial cambien este 2018 hacia otros estilos más clásicos, transformación que comienza a producirse antes que se celebre la boda, justo rondando la fecha en la que se anuncia el enlace. Por tanto, hace ya un tiempo que se está gestando y ahora toca ver los resultados en las nuevas colecciones nupciales.
Por tanto, se ha vuelto a un traje de novia más clásico, de esos abotonado hasta el cuello, que apenas muestran hombros y cuya silueta se posiciona hacia el estilo sirena o princesa, dejando de lado tejidos sedosos de caída dulce y primando aquellos otros con cuerpo y brillo. Ni las transparencias ni las espaldas al aire tienen ahora cabida en el estilo clásico. La novia velada reaparece, por lo que, necesariamente, las tiaras de novia les son de todo punto imprescindibles, recobrando protagonismo este complemento de joyería.
El cual se postula como el complemento perfecto de cualquier velo, elemento éste que en un estilo de novia clásico suele estar presente sí o sí. Esta mayor presencia de tiaras de novia desbanca a esas bandas, tocados, diademas y peinecillos florales, más propios de un estilo bohemio y no menos romántico.
Por tanto, la presencia de la joyería en novias se torna mucho más activa que en temporadas anteriores, en las predominaba un estilo aferrado a la ausencia de velo, prevaleciendo, por tanto, las diademas y peinecillos florales para endulzar esas transparencias y escotes desmesurados. Ahora toca recogerse el cabello, cubrirse la cara y lucir escote prudente.
Características éstas que se han tenido muy presentes en la nueva colección de joyas para novias de José Álvarez Joyeros, que refleja estos cambios de tendencias, consiguiendo conservar, a la vez, ese otro estilo romántico de aires campestres. Pues también ha incluído, entre sus piezas, algunas tiaras de novia en las que se mezclan florecillas y hojitas realizadas en plata y perlas naturales.
Las más sencillas están labradas en plata vieja, simulando flores y hojas. Las más elaboradas complican esa base de plata cuajando de multitud de piedras preciosas y swarovskis toda la tiara de novia, engastándose con armonía para conformarla.
Es curioso ver cómo José Álvarez JOyeros ha empleado tanto la plata como otro tipo de metales envejecidos para conseguir ese sabor de ‘herencia’ que tanto gusta ver en estas piezas.
Las pasadanas o diademas anchas realizadas en piel sobre las que se incrustan los diferentes elementos, son una opción perfecta para quienes gustan de cierto discretismo.
Pero mi favorita de todas las tiaras de novia de su nueva colección es ésta de estilo prusiano, en la que los motivos helénicos conforman una joya de elegancia minimalista, dada su aparente uniformidad y sencillez a pesar de la complejidad de la misma.
Otra que también llama la atención tiene una vertiente más medieval y principesca y dispone con simetría tres piedras ovaladas que le confieren realce y pomposidad.
Sin olvidarme, por supuesto, de una de esas joyas únicas con las que sólo topas una vez en la vida. Se trata de la redecilla realizada en swarovskis que cubre, casi por completo, la cabeza y que cae por detrás, por lo que sustituye al velo.
Pero no sólo las tiaras de novia u otro exorno para el cabello debe escogerse en joyería. Hay unos importantísimos para cualquier novia y son los pendientes. En José Álvarez Joyeros se han diseñado huyendo de la petición más repetida por cualquier novia: el pendiente pequeñito que apenas sobresale del lóbulo. Por eso, entre sus novedades para el 2018, sólo han podido verse diseños algo más largos, sin exceso, en un tamaño mediano. Pero ninguno minúsculo.
Cada pendiente se compone de, al menos, dos o tres piezas, según lo que midan las mismas, utilizando desde las piedras blancas hasta otras con tonalidades que buscan darte un toque diferente, como son el cuarzo el rosa, la olivina y el aguamarina. Además de las perlas naturales y swarovskis, presentes también en sus tiaras y peinecillos.
La transparencia de estas piedras preciosas ayudan a aportar brillo sobre la cara de la novia, lo cual se potencia por lo de no ser un atrapa miradas, pues la sobriedad en el diseño y la pureza de tonos respetan la belleza natural de la novia y no le resta protagonismo.
Y sí, aunque pueda sorprendente, si tu elección eran los pendientes pequeños, te aseguro que tras una visita a la tienda física que José Álvarez Joyeros tiene en El Puerto Santa María cambiarás de opinión.
De hecho, para ayudarte en el proceso de selección no sólo tienen en cuenta ciertos rasgos físicos tuyos, el diseño de tu traje de novia, el peinado que llevarás y tu propio estilo en joyas, sino otros factores tan dispares como si la madrina llevará o no mantilla y si el novio es alto o bajito, aunque esto influye, más bien, en la elección de la tiara. Pues para ellos la novia es un conjunto, no un individuo aislado, de ahí todos estos detalles accesorios, entre otros tantos que descubres tú misma durante la atención que recibes.
Tal es el detalle de información que precisan que, como ya imaginabas, te personalizan las joyas que llevarás, integrándose a la perfección en tu estilo de novia. Y todo esto sucede en un espacio que tienen habilitado especial para novias desde hace muy poquito tiempo, el único que conozco en este sentido, y en el que se procura tu comodidad mientras decides cuál es tu mejor opción en pendientes, tiaras de novia, pasadas o peinecillos.
Sin duda, este resurgir de las tiaras de novia, junto a las preferencias de José Álvarez Joyeros por piezas de cierto tamaño, ha sabido reinterpretarlas en cada uno de los diseños, procurando mantener su esencia en esta nueva colección de novias. Y cuyo hilo conductor ha estado marcado por las tendencias hacia una novia clásica, una novia velada, cuyos requisitos difieren de la que ha estado inundando el panorama nupcial las últimas temporadas.
Admirada por esta magnífica colección de joyería, solo me queda esperar al próximo año para ver cómo imaginan las siguientes futuras novias porque, lo admito, me he quedado con ganas de más.